Hay quienes creen que usar el punto muerto para dejar que el coche circule sin la retención del motor reduce el consumo de combustible. Es una idea que viene heredada de aquellos que conducían coches con sistemas de alimentación de combustible antiguos, carburadores y bombas de inyección muy vetustas.
La realidad es que los modernos sistemas de inyección cortan la alimentación de combustible por completo cuando levantamos el pedal del acelerador. El motor sigue girando arrastrado por el movimiento de las ruedas, pero no se inyecta ni una gota de combustible para que gire. Es decir, cuando se desciende una pendiente y se levanta por completo el pie del acelerador con una marcha engranada, el consumo es cero.
Sin embargo, si se pisa el embrague o se pone el punto muerto con la idea de gastar menos porque el motor gira a menos revoluciones, lo que se consigue es que el motor tenga que inyectar combustible para mantenerse encendido, ya que no gira arrastrado por las ruedas sino que necesita alimentación para girar. Es decir, que cuando se pisa el embrague o se pone punto muerto en una cuesta abajo se consume mucho más combustible que cuando se baja sin acelerar y con una marcha engranada.
Entonces ¿para qué sirve la rueda libre o rodar a vela?
El sistema de rueda libre está basado en el mismo principio que en las bicicletas. Es absolutamente cierto que un coche bajando una pendiente en punto muerto gasta mucho más combustible que con una marcha engranada. Sin embargo, hay situaciones en las que sí se ahorra combustible usando el punto muerto.
Si, por ejemplo, se quiere bajar un puerto en la autovía a 120 km/h y en la marcha más larga la rampa no tiene la suficiente pendiente como para que el coche mantenga esa velocidad sino que el freno motor provoca una pérdida de velocidad, será necesario pisar ligeramente el acelerador para mantener el ritmo constante. En este caso sí se consume más combustible con una marcha engranada y un punto de acelerador que si se recurre al punto muerto sin freno motor y se logra mantener la velocidad simplemente por la pendiente del trazado.
Es por este motivo por el que algunos coches han recuperado el mecanismo de rueda libre que se utilizaba en muchos coches de posguerra para reducir el consumo. En definitiva, si se levanta por completo el pie del acelerador siempre gasta menos el coche con una marcha metida que en punto muerto o con el embrague pisado. Sólo si hay que acelerar ligeramente para mantener la velocidad compensa usar el punto muerto, pero siempre con mucha precaución.
Escrito por Autocasión. Recomendado por JOSENEA ZONE AUTO. Imagen: Deposit.