La mayoría de los conductores han escuchado mencionar, en algún momento, la palabra «correa de distribución» pero no todos tienen claro cuál es su utilidad e importancia en el mecanismo del automóvil.
Se trata de una pieza clave ubicada en la zona del motor denominada distribución. Puede tener la forma de una cadena o banda de leva y tiene como objeto sincronizar el movimiento de pistones y válvulas. Es decir, que su labor es crucial para que exista un funcionamiento armónico y que el motor funcione.
Si el coche parece soltar más humo de lo normal por el tubo de escape o no se enciende a la primera puede que esté indicando alguna anomalía en la correcta actividad de la correa. Otros síntomas, como el exceso de temblor en la estructura del vehículo, un motor que se apaga en plena conducción, problemas en la dirección (sea en los giros o por falta de fuerza) o silbidos extraños en la zona de la correa son también señales de alerta sobre averías o desperfectos en esta zona.
El efecto de una conducción con una correa de distribución averiada incide directamente sobre la sincronización del movimiento del motor. Como consecuencia, el pistón puede llegar a golpear repetidamente la válvula doblándola o incluso rompiéndola completamente o puede que los pistones queden seriamente dañados y provoquen la muerte prematura del motor.
Para evitar un deterioro innecesario de la correa de distribución algunas recomendaciones son evitar las velocidades demasiado altas y los caminos demasiado sucios o llenos de polvo que pueden complicar el funcionamiento de la correa. Conviene, además, asegurarse de que la correa mantiene un tensado adecuado ya que, de lo contrario, se puede acelerar el proceso de rotura. Y, no menos importante, es aconsejable ampliar la vigilancia a la bomba del agua puesto que una incidencia en esta puede acarrear otra en la correa de distribución.
En definitiva, una actitud preventiva será siempre la mejor baza. Y ello implica, sobre todo, seguir las pautas de control establecidas por el fabricante y acudir la taller de confianza para efectuar las revisiones periódicas pertinentes. Y es que la forma más segura de tener un motor preparado para un buen rendimiento es respetar siempre los controles técnicos.
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