La pregunta surge cuando se detecta un fuerte desgaste y se plantea cuál puede ser la mejor opción: reparar o reemplazar el parabrisas. Lo cierto es que la solución perfecta dependerá del tipo de deterioro que presente y de la medida en que pueda comprometer la visión en la conducción y, por tanto, la seguridad.
Lo que sí es evidente es que resulta necesario actuar con inmediatez para evitar que las grietas o rayaduras puedan agravarse o para recuperar la calidad original, llegado el caso. Será muy diferente si se trata de un parabrisas esmerilado o si presenta roturas en forma de uña rota en el cristal. En el primer caso, es decir, que presenta pequeños poros provocados por circular en zonas con polvo y arena, sus consecuencias pueden ser peligrosas ya que las escobillas no limpiarán bien bajo la lluvia y provocarán una muy reducida visibilidad con el sol de frente o de noche con las luces del tráfico.
En el segundo caso se trata de defectos sin importancia que, salvo que se encuentren en el campo visual del conductor, no suponen un rechazo en la ITV. Todo lo contrario sucede cuando se descubren rajas en el cristal ya que pueden acabar generando una rotura independientemente de su posición en la superficie. Y si lo que se producen son bordes empañados que no desaparecen con la limpieza, lo que está ocurriendo es que se está despegando el laminado.
Por tanto, en función de la gravedad y del riesgo que pueda suponer el problema, el parabrisas podrá necesitar una sencilla reparación o exigirá, por el contrario, su completa sustitución. Algo que, para mayor certeza, conviene siempre consultar con los expertos del taller mecánico de confianza que sabrán exactamente cómo proceder para dejarlo en perfecto estado.
Por eso siempre puedes confiar en Josenea Zone Auto, la estación de servicio con taller profesional para poner a punto tu coche, reparar o reemplazar el parabrisas… O donde repostar…tomar un café…hacer una parada…o estirar las piernas!
Fuente: Audioledcar