Una de las dudas más frecuentes entre los conductores tiene que ver con el aceite. En realidad, saber el motivo por el que un vehículo consume en exceso no es sencillo. La cantidad de posibles respuestas es tal que resulta conveniente centrarse en cada caso específico para llegar a una conclusión ya que suele deberse a particularidades derivadas del uso o desgaste del motor en concreto.
Puede ser causado por una mala combustión, por ejemplo, cuando el combustible se queda sin quemar, toca las paredes del cilindro y se disuelve con el aceite que la recubre. Si el aceite se diluye, de hecho, puede producirse un fuerte desgaste. En algunos casos esta anomalía se pondrá de manifiesto a través de humos negros que salen por el tubo de escape pero en otros casos los humos quedarán ocultos y no se detectarán en el exterior.
Las razones más habituales, sin embargo, por las que se produce este tipo de incidencias con el aceite son el deterioro del tornillo del cárter la presencia de holgura en las juntas, en la junta del tapón de llenado de la tapa de balancines o conducto de la varilla de aceite; daños en el turbo por término de su vida útil o empleo de aceite de muy baja calidad y desperfectos en la junta de culata, que es quizá el proceso más complicado y costoso de reparar.
A la hora de detectar este problema se puede tener en cuenta uno de sus síntomas más comunes: la presencia de manchas de aceite bajo el coche. No obstante, no deben confundirse con otras provocadas por cualquier otro líquido, como el agua de la condensación de aire acondicionado. Para verificar el alcance del percance será necesario utilizar la varilla para medir el nivel de aceite. Si es aceptable, lo más conveniente es acudir al taller de confianza para que resuelvan la avería. Pero de ser especialmente bajo lo más indicado es llamar a la grúa ya que podría tratarse de problemas mayores que exigen la total detención del vehículo.
Independientemente de la causa, es recomendable incorporar ciertos hábitos para mantener alejados este tipo de incidencias. El primer paso consiste en utilizar lubricantes de calidad que eliminarán la suciedad del motor de manera más eficiente. Y, por otro lado, cambiar el filtro y el aceite de forma regular ya que, de no hacerlo, se irá mermando la calidad del aceite y dañando otros componentes del vehículo. Una vez más, una actitud preventiva y acudir al taller de confianza periódicamente son la mejor garantía para mantener todos los mecanismos del coche en el mejor estado.
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Fuentes: autopista.es/coches.com Imagen: Autobild.