Forma parte intrínseca de la mecánica de casi cualquier vehículo hoy en día, aunque no todos los coches nuevos pueden disfrutar de ella. Sin embargo, la dirección asistida se ha convertido en un elemento clave para garantizar una conducción más segura. De ahí la necesidad de prestarle atención para detectar rápidamente cualquier fallo o avería.
Este sistema se ocupa de facilitar enormemente las maniobras y de brindar agilidad a la hora de realizar algún desvío para evitar obstáculos. Existen distintas categorías por las que se distingue la dirección asistida hidráulica (en completo desuso), la electrohidráulica (principal elección de los fabricantes) y la eléctrica (mucho más ligera y compacta que, además, contribuye a reducir el consumo de combustible).
Para identificar algún tipo de defecto o comportamiento anómalo en cualquiera de ellos es necesario vigilar la presencia de situaciones singulares. Uno de los síntomas más claros de un sistema averiado es la observación de ruidos al girar el volante. Puede deberse a una fuga en la cremallera de la dirección que exigirá una reparación inmediata. De igual manera, si el volante parece duro como una piedra o vibra al ralentí, probablemente se trate de algún problema en el sistema como correas dañadas o niveles bajos de líquido.
Precisamente, uno de los problemas más comunes que suele presentarse es la pérdida de líquido que puede provocar que la bomba chirríe. Pero incluso una pérdida de presión puede alterar su funcionamiento. Como en cualquier otro sistema mecánico, también puede ocurrir que las bombas de la dirección asistida se desgasten aunque este diagnóstico es más complicado de reconocer ya que solo se ve cuando se procede al desmontaje. En otros casos es la entrada de aire lo que reduce la presión y la funcionalidad del sistema, obstrucciones difíciles de diagnosticar a simple vista o manguitos o correas de accesorios dañadas o rotas.
Como en cualquier otra situación, prevenir con un mantenimiento adecuado en el taller de confianza es la mejor medida que se puede tomar. Pero, si surgen complicaciones, una reacción rápida y una pronta intervención contribuirán a limitar la avería y, por tanto, el coste de la reparación. Porque si bien es cierto que se puede conducir sin asistencia, esta constituye una importantísima ayuda para la seguridad en la conducción.
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PS- Tomamos todas las medidas de seguridad e higiene contra el covid19.